martes, 17 de marzo de 2020

CORONAVIRUS EN GATOS


Muchas personas se preguntan si los gatos pueden contraer el Coronavirus??



Para complementar la información de este virus déjame comentar que a finales de 2019 se anunciaron los primeros casos de COVID-19 (del inglés, coronavirus disease 2019) en China. En la actualidad, miles de personas en todo el mundo ya padecen esta enfermedad y aún no se ha aclarado completamente la cuestión de la procedencia del SARS-CoV-2 (coronavirus-2 del síndrome respiratorio agudo grave). Sin embargo, según el estado actual de los conocimientos científicos, la enfermedad respiratoria ha sido transmitida a través de murciélagos, pangolines o serpientes. El Instituto Friedrich Löffler de Alemania, que se dedica a la investigación de la salud animal clasifica como improbable la transmisión del SARS-CoV-2 de los humanos a los gatos y viceversa.

Todo parece indicar que el COVID-19 tampoco supone un riesgo para la salud de los perros y otros animales como los cerdos o las gallinas, aunque una prueba diera positivo en un perro de Hong Kong después de examinar su nariz y su boca. Sin embargo, para una infección real, el coronavirus debe ser detectado dentro del cuerpo, por lo que se asume que este caso solo es una contaminación superficial a través del contacto físico cercano con una persona infectada. No obstante, se recomienda seguir unas medidas de higiene en el trato con animales de compañía.

Además, dada la situación epidemiológica actual, el Colegio de Veterinarios de Madrid propone una serie de medidas preventivas generales para el COVID-19 en animales domésticos.

El COVID-19 parece ser inofensivo para los gatos. No obstante, existen otros coronavirus felinos (FCoV) que pueden ser muy peligrosos para ellos. A continuación, te contamos cuáles son estos virus, sus síntomas y cómo puedes proteger a tus gatos de ellos.


Características y propagación del coronavirus en gatos

Entre los coronavirus del gato está el coronavirus entérico felino (FECV) y el resultante virus de la peritonitis infecciosa felina (FIPV). A su vez, ambos virus se dividen en dos tipos diferentes (serotipo I y II), que también tienen características distintas.

El coronavirus entérico felino (FECV)

Este virus está muy extendido entre los gatos y suele afectar bastante a los criaderos de gatos. Los felinos pueden infectarse por contacto directo e indirecto a través de secreciones del tracto respiratorio, heces y orina contaminadas. Por lo tanto, se contagian entre sí por medio de los comederos, los areneros o mientras juegan. Los virus llegan al tubo digestivo a través de la boca. Ahí se multiplican y luego atacan los ganglios linfáticos regionales y los macrófagos del sistema inmunitario.

El virus de la peritonitis infecciosa felina (FIPV)

Mientras que el coronavirus entérico felino (FECV, por sus siglas en inglés) está muy extendido, las infecciones del virus de la peritonitis infecciosa felina (FIPV, por sus siglas en inglés) son mucho menos frecuentes. Esto se debe a que el virus no se contagia ni por contacto directo ni indirecto. Es provocado por una mutación espontánea del coronavirus entérico felino en los fagocitos. Esto significa que cualquier minino que tenga el FECV puede tener el virus de la peritonitis infecciosa felina.

No obstante, una infección no implica que siempre haya síntomas de la enfermedad. Solo un 5-10 % de los bigotudos afectados llegan a padecer peritonitis infecciosa felina (PIF). La mayoría de estos gatos están en su primer año de vida y los factores de inmunodeficiencia como otras infecciones, por ejemplo, por leucemia felina (VLFe) o virus de inmunodeficiencia felina (VIF), tienen un papel importante.

Si los fagocitos infectados llegan a la sangre, el virus se expande por todo el cuerpo y provoca daños graves. Estos dependen de la progresión de la infección:

La forma húmeda (también llamada efusiva o serosa) de la PIF causa la inflamación de las pieles serosas que recubren los órganos de las cavidades torácicas, abdominales y pélvicas, entre otros. El nombre de esta progresión se debe a la producción masiva de una secreción marrón amarillenta que se da en esta poliserositis.

La forma seca, granulomatosa o no efusiva provoca inflamaciones nodulares (granulomas) en el hígado, el bazo, el páncreas y los ganglios linfáticos, entre otros.

Síntomas del coronavirus en gatos

Los primeros síntomas de enfermedad después de una infección del virus de peritonitis infecciosa felina pueden aparecer después de pocos días o de varios meses. Sin embargo, como se daña un gran número de órganos como los riñones, el hígado o el sistema nervioso central, el cuadro de la PIF es muy variado. Dependiendo de la forma de la enfermedad, se pueden observar los siguientes síntomas:

Síntomas generales: fiebre recurrente, debilidad y fatiga
Cambios de comportamiento como agresividad repentina o miedo
Trastornos del movimiento como una parálisis incompleta (paresia) o problemas de coordinación (ataxias)
Membranas mucosas amarillentas y descoloridas (ictericia, por ejemplo, en la boca) y enfermedades oculares
Emaciación con aumento simultáneo de la circunferencia abdominal (debido a la hidropesía abdominal) y la consiguiente falta de aire
Mientras que la PIF en los gatos provoca la muerte en pocas semanas, el coronavirus entérico felino solo causa una leve inflamación intestinal con diarrea y fiebre.

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